«Mi sorpresa fue inmensa»

 

La tarde en que se homenajeó a Hernán Rodríguez Castelo estuve ahí. Me había llamado la atención que después de su fallecimiento se hablara poco al respecto. Puedo decir que me dolió profundamente porque lo he considerado una voz a seguir en cuanto a la Lengua y a la Literatura, así como me han dolido las ausencias de otras voces de la Palabra. En cuanto me enteré, me preparé para asistir. Llegué temprano, pensé que se llenaría. Nunca tuve expectativa alguna de cómo sería esa tarde, solo quería acompañar en ese homenaje a quien, sin saber mucho, lo considero Grande. Mi sorpresa fue inmensa cuando entraron en caravana al auditorio de la RAE las voces en persona de esos a quienes leo y admiro. Me sentí como en la plaza de Comillas, cuando el Caperucito Azul se encontró con los personajes de sus cuentos (novela hermosa que leí de niña y más tarde volví a leer a mis hijos). Los discursos fueron maravillosos, estaban unidos a la experiencia de compartir la vida junto a este Gran Maestro. Y me di cuenta de que no estoy equivocada al escogerlos como mi referente de cultura. Me reafirmé en que esas palabras son las que quiero leer y escuchar, las buenas palabras: honestas, amplias, muchas veces duras y críticas pero reflexivas y profundas, y sobre todo ecuatorianas que me llevan a rescatar a mi país y decirme a mí misma que este Ecuador tiene gente excepcional. Gracias por esa tarde maravillosa que quedará guardada en mi memoria y en mi corazón por mucho, mucho, mucho tiempo. Gracias.

https://www.planv.com.ec/ideas/ideas/recordando-hernan-rodriguez-castelo

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