Biografía

Quito, 1 de junio de 1933 –  20 de febrero de 2017

Historiador de la literatura ecuatoriana, escritor de literatura infantil y juvenil, periodista, ensayista, crítico de arte, promotor de la cultura y lingüista.

 

Títulos académicos

  • Baccalaureatus en Teología y estudios de licenciatura y doctorado en Teología.  Universidad de Comillas, España 1965.
  • Licenciatura en Filosofía.  Universidad Católica del Ecuador.  (7 marzo 1959).
  • Licenciatura en Humanidades Clásicas.  Universidad Católica del Ecuador, 2 octubre 1956.
  • Diploma por el curso “Evolución del pensamiento científico”, Universidad Central del Ecuador, 14 septiembre 1950.

 

Instituciones a las que pertenece

  • Academia Ecuatoriana de la Lengua, desde 1971
  • Real Academia Española de la Lengua, Miembro Correspondiente desde 1975
  • Academia Nacional de Historia, desde 1990
  • Academia Paraguaya de la Lengua. Miembro Correspondiente desde 1998
  • Academia Estadounidense de la Lengua Española, 2000. Miembro correspondiente desde 2000
  • Real Academia Española de la Historia, Miembro Correspondiente desde 2006
  • Academia de Historia Militar del Ecuador desde 2009
  • Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”
  • Sociedad Ecuatoriana de Escritores (SEDE) (Socio fundador)
  • Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA)

 

Algunas distinciones

  • Candidato al Premio Miguel de Cervantes 2008, máximo reconocimiento a la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española.
  • Candidato de Ecuador al Premio Príncipe de Asturias
  • Condecoración “Aurelio Espinosa Pólit” otorgada por el Concejo Metropolitano de Quito, para distinguir una trayectoria de “ensayista, lingüista, crítico literario y de arte, personaje que reúne todas las características del humanista clásico”, 2003
  • Candidato ecuatoriano al premio Juan Rulfo, 1993.
  • Candidato ecuatoriano al premio Príncipe de Asturias, 1992.
  • Primer Premio en el concurso de los 125 años del colegio “San Gabriel” con su obra Diarios del San Gabriel (1988).
  • Diploma del Centenario de la Academia Ecuatoriana por la labor cumplida a través de su columna “Idioma y Estilo” (1975).
  • Única Medalla de Oro del Año Internacional del Libro, en Ecuador, por el “decisivo aporte a la difusión del Libro y la cultura” de “Clásicos Ariel” (1973).
  • Condecoración al Mérito Educativo de Primera Clase por haber culminado la publicación de los cien volúmenes de la Biblioteca de Autores Ecuatorianos de Clásicos Ariel (1973).
  • Condecoración española de la Orden del Mérito Civil por sus trabajos en defensa de la lengua. (1970).

Actividades profesionales

Ha iniciado la mayor empresa de estudio de la historia de la literatura ecuatoriana: Historia General y Crítica de la Literatura Ecuatoriana. De este trabajo, el de mayor aliento que se haya propuesto nadie en la literatura ecuatoriana y uno de los mayores de Latinoamérica, han surgido ya algunos volúmenes.

En el campo del arte y la crítica, ha registrado las actividades de los artistas plásticos durante los últimos 40 años, creadores a los que ha acompañado y asesorado; y ha recopilado en dos diccionarios la plástica del Ecuador del siglo XX.

Más de una generación de ecuatorianos ha crecido con el Grillito del Trigal, el Fantasmita de las Gafas Verdes o Caperucito Azul, obras de literatura infantil que le han merecido el valioso reconocimiento de los más jóvenes lectores del país. Tres sus libros para niños han sido reconocidos por los “White Ravens” como obras de interés mundial.

En el transcurso de su carrera profesional ha desempeñado actividades como docente en temas de literatura, lingüística, periodismo, literatura infantil y juvenil, arte y apreciación crítica

Ha brindado asesoramiento en el país y en el extranjero, sobre educación, cultura y lenguaje. Ha sido jurado de diversos certámenes de arte y literatura nacionales e internacionales.

A la fecha ha escrito ya 108 libros que han sido impresos, y tiene editados digitalmente dos: Un siglo de librosy El rey de la montaña.

Adjunta a la presente se encuentra la lista de las obras, ordenadas desde la de más reciente aparición.

 

Apreciaciones críticas sobre su creación

“Hemán Rodríguez Castelo es, en la actualidad, el talento crítico de mayor lucidez en el Ecuador”: Hugo Darquea, Señales del Sur.  Cuenca, Municipalidad, 1970.

“El crítico mayor de nuestra contemporaneidad”: Rodolfo Pérez Pimentel: Diccionario Biográfico del Ecuador.  Tomo V.  Guayaquil, Universidad de Guayaquil, 1988.

“Lo leemos los mayores y lo leen los niños, con tanto gusto como a Andersen o Grimm”: Germán Arciniegas: “Caperucita Roja; Caperucito Azul”.  Artículo de ALA.  “El Universo”, Guayaquil, julio 15 de 1977.

“Hernán Rodríguez Castelo ha realizado ya dos pequeñas obras maestras del relato infantil: CAPERUCIT0 AZUL…  EL FANTASMITA DE LAS GAFAS VERDES”: Benjamín Carrión.  Prólogo a La historia del fantasmita de las gafas verdes.  Bogotá-Quito, Círculo de Lectores, 1978.

“Su poder mayor, sin embargo, está en la investigación”: Alonso Rumazo González: “Una gran obra de investigación”.  “El Comercio”, Quito, 4 de julio de 1991.

“Hernán Rodríguez Castelo es quizá el escritor ecuatoriano más conocido dentro y fuera del país”: Sara Vanegas Coveña, Índice de la nueva narrativa ecuatoriana, Quito, Editora Nacional, 1992, p.526.

“Don Issac J. Barrera y  don Hernán Rodríguez Castelo, creadores  de nuestra historia de la literatura”.  Alejandro Carrión, Antología general de la poesía ecuatoriana durante la Colonia español, Quito, Banco de los Andes -Academia Ecuatoriana de la Lengua, 1992, P. 12

“En  su obra, de prosa tersa y vehemente, de connotaciones parabólicas y profundo cimiento filosófico, abierta a las múltiples aristas de la compleja realidad del mundo contemporáneo -por ásperas o violentas que resulten- y comprometida con su porvenir, late siempre un sustrato de belleza, solidaridad, y una aspiración de confirmar al niño la posibilidad de soñar: “la esperanza como substancia de lo humano y promesa de arribo final a un mundo en que el hombre sea realmente hombre, en una sociedad pacífica y solidaria, plenamente humana”.  Antonio Orlando Rodríguez, Panorama histórico de la literatura infantil, Bogotá, CERLALC, 1994, P. 139

“La historia del niño que era rey… es deslumbrante por el manejo de la lengua, por la anécdota en sí y por todo ese festín descriptivo a través del que nos conduce de principio a fin; es deslumbrante por la puntería dramatúrgica con que se llevan hacia adelante los conflictos, dentro de un género donde esto no resulta nada fácil.  Es deslumbrante y se instala (lo digo sin miedo a equivocarme) como uno de los clásicos fundamentales de ese tipo de literatura en habla hispana, y, por lo tanto, en habla universal”: León Alberto Serret, cubano.  Boletín informativo, Centro Ecuatoriano de la Literatura Infantil y Juvenil, año 4, N. 9 (Quito, 1994).

“Para los que no creen en milagros, he aquí uno y de primera clase, el fenómeno Rodríguez Castelo”: H. Eduardo Muñoz Borrero, F. S. C., Miembro de Número de la Academia Nacional de Historia, Quito, 200l. (Reproducido en “Memorias de la Academia Nacional de Historia”, Vol. LXXXI, Ns. 171-172 (2002), p. 136)

“Hernán Rodríguez Castelo bien podría convertirse en el primero de los polígrafos de la hora actual, como lo fueran a su momento Julio Tobar Donoso y Aurelio Espinosa Pólit, compañeros de afanes universitarios; o Isaac J. Barrera y antes los cuencanos Muñoz Vernaza y Honorato Vásquez, o Juan León Mera o Pablo Herrera”. Patricio Quevedo Terán, ¡El siglo de la gestación!, “El Comercio”, Quito, 14 de mayo de 2003

“¿Sabía usted que un ecuatoriano ha realizado una investigación sobre todos los libros que se han publicado en el mundo en el siglo XX? ¿Y, que en esa investigación llega ya 8 años ininterrumpidos? ¿Y que todo ese trabajo no ha recibido un solo centavo de apoyo de institución pública o privada, del país o del mundo? Claro que no lo sabía, pero es verdad. Desde hace 8 años, Hernán Rodríguez Castelo, filósofo, literato, historiador y sobre todo profesor y maestro se ha dedicado a entregar al Ecuador obras gigantescas que contribuyen no sólo a su patrimonio cultural sino también, y eso quizá es lo más destacado e importante, a definir su identidad”: Amar las letras sobre todas las cosas, Revista Ser Familia Nº 178, junio 2005.

“Este libro constituye un capítulo de la Historia critica de la literatura ecuatoriana, esa monumental obra que Rodríguez Castelo viene entregando volumen tras volumen desde 1980, cuando apareció la Literatura de la Audiencia de Quito, siglo XVII”: Rodrigo Villacís Molina, Pedro Moncayo escritor, “Hoy”, Quito, 29 de junio de 2007.

“He tratado de poner el libro Nuevo Diccionario en el amplio contexto del siglo XX, de las otras obras del autor… Este libro es como el paisaje del Ecuador, como su belleza cósmica, como su biodiversidad, como una obediencia al mandato cultural de Benjamín Carrión. Somos un pueblo de artistas plásticos, privilegiado, de calidad… Qué bueno que haya un escritor e investigador y crítico de fuste que ha dedicado su vida a minar en la riqueza de nuestro subsuelo espiritual”. Simón Espinoza Cordero, El diccionario del Arte de Hernán Rodríguez Castelo, Revista Podium, Nº 9-10, Guayaquil, julio 2007.

“El libro es del académico don Hernán Rodríguez Castelo y comprende dos partes, una dedicada al hombre que fue Olmedo y otra al escritor. En la primera Rodríguez Castelo procede con el mayor rigor histórico, apoyando cada una de sus observaciones, algunas muy penetrantes, en documentos del tiempo, escritos del propio biografiado; la segunda pertenece al crítico y brillan en ella calidades de quien está considerado el mayor historiador de nuestra literatura y uno de los críticos más respetados”: Justo homenaje a Olmedo, Meridiano, Guayaquil, 2009.

“…ningún esfuerzo por ahondar en el conocimiento de lo propio, ningún afán por dilatar el valor de la buena lectura, ninguna obra que contribuya a difundir biografías y ejemplos en que nuestra historia es tan abundante cuanto es insuficiente el número de lectores, están de más… Tal es el caso del libro escrito por ese incansable investigador-difusor de la cultura ecuatoriana, el académico don Hernán Rodríguez Castelo. Para mostrar la grandeza de la figura de Aguirre Abad a los ecuatorianos de hoy, el académico ha escrito una biografía que la Academia Ecuatoriana publica en su colección “Horizonte cultural””: Susana Cordero de Espinosa, El bicentenario y la biografía de Francisco Xavier Aguirre Abad, Hoy, Quito, 2009.

“Hernán Rodríguez C. es uno de esos sabios que ha incursionado en diferentes terrenos y en todos ha logrado una estupenda cosecha. A más de los aportes fundamentales que ha dado a la gramática, a la historia del arte, a la historia de la literatura ecuatoriana, al teatro, al cine, a la investigación social es, sin lugar a dudas, el mayor y mejor exponente de la literatura infantil y juvenil de nuestro país”: Francisco Delgado Santos, Hernán Rodríguez Castelo, referente, El Comercio, Quito 2011.

“El es un crítico literario de singulares calidades, un historiador meritorio especializado sobre todo alrededor de ese momento crucial de la independencia política y del nacimiento del Ecuador, y un erudito formado a través de muchas disciplinas culturales”: Patricio Quevedo Terán, Verdadera Manuela, Hoy, Quito, julio 2011.